-

Dos compadres pasaban por un callejn y un tipo se les acerca con una jeringa dicindoles: "denme el dinero o les inyecto el SidA".

Uno de los compadres empieza a darle el dinero, pero el otro se niega, retando al asaltante: "no; inyctame lo que quieras, pero a m nadie me roba.

"Qu hace, compadre?", le pregunta el otro angustiado, mientras el agresor le inyecta todo el contenido de la jeringa.

Cundo el delincuente se aleja, le pregunta: "por qu dej que lo inyectaran, compadre?"

"No se preocupe compadre, traa puesto un condn", le contesta el otro.
(Jaime Alejandro Arjona Tamez)